
El dinero
“De la tienda al aula: aprendemos jugando con el dinero”
Introducción
En el CEIP Virgen del Carmen de Mohedas de Granadilla creemos que los aprendizajes más valiosos son aquellos que se viven con emoción, sentido y alegría. Por eso, desde nuestra aula de 1º y 2º de primaria, su tutor Leandro, ha puesto en marcha un proyecto muy especial: “De la tienda al aula: aprendemos jugando con el dinero”.
A lo largo del segundo trimestre, hemos acompañado a nuestro alumnado en un viaje educativo en el que no solo han aprendido a reconocer billetes y monedas o a hacer pequeños cálculos, sino que han comprendido la importancia del dinero como una herramienta para intercambiar esfuerzo, trabajo y valor.
Este proyecto ha sido una experiencia viva, conectada con su día a día, con su entorno familiar y con un objetivo muy motivador: una excursión a Micrópolix que ha sido el broche mágico a semanas de trabajo lleno de ilusión.
Aquí os dejo un recorrido por todas las actividades que he realizado, fotos, canciones y anécdotas de este camino tan bonito que hemos recorrido juntos. Porque aprender también es soñar, compartir y disfrutar.
1. ¿Por qué es importante que los niños aprendan sobre el dinero?
Desde muy pequeños, nuestros niños y niñas empiezan a ver billetes, monedas, compras… El dinero forma parte de la vida diaria, pero pocas veces nos paramos a explicarles su verdadero valor.
En nuestra clase hemos querido ir un paso más allá y enseñarles, con mucho cariño y cercanía, que el dinero no solo sirve para comprar cosas, sino que representa el valor del esfuerzo. Les hemos contado que hay dos tipos de profesiones: unas que crean productos y otras que ofrecen servicios muy importantes como los médicos, maestros o policías. Gracias a estas charlas y juegos, los peques han empezado a comprender mejor qué significa trabajar, ganar dinero y utilizarlo de forma consciente.
2. Un viaje muy especial: ¡Nos vamos a Micrópolix!
Al planificar el curso, se observó que todo este aprendizaje sobre el dinero y las profesiones podía tener un colofón muy especial: ¡una excursión a Micrópolix! Un lugar donde los niños y niñas pueden convertirse por un día en bomberos, pilotos, periodistas o médicos, y aprender jugando la importancia del dinero y el trabajo.
Esta idea fue mi gran motivación del segundo trimestre, y cada reto que proponíamos en clase estaba lleno de ilusión por alcanzar ese gran premio. Fue un viaje mágico, emocionante, y sobre todo, muy merecido. Si quieres ver como vivimos ese día haz clic aquí.

3. Canciones, juegos y mucha emoción
Para acompañar todo este proceso, hemos creado nuestras propias canciones. Las letras estaban llenas de mensajes sobre el esfuerzo, el trabajo y el valor del dinero. Las hemos cantado, bailado y hasta estudiado en clase trabajando la lectura de forma transversal en matemáticas. Ha sido una forma preciosa de aprender y divertirnos juntos.
4. Jugamos con billetes y monedas
Durante dos semanas antes de la excursión, hicimos un trabajo muy especial con monedas y billetes. Manipulamos dinero ficticio, hicimos simulaciones de compras, jugamos a ser vendedores y compradores… ¡y nos convertimos en unos auténticos expertos en el cálculo y manejo del dinero!
Sus caritas de entusiasmo lo decían todo: estaban aprendiendo de verdad, con ganas y alegría. Y nosotros, como maestros, no podemos pedir más.
5- Nuestra ciudad en clase: tiendas, compras y… ¡mucho cálculo!
Otra de las actividades de este precioso proyecto ha sido montar en nuestra propia aula una simulación de ciudad, con tiendas de todo tipo: supermercado, frutería, librería y juguetería. Todo con el material que teníamos a mano, muchísima imaginación y, sobre todo, con la participación y cariño de nuestras familias, que no dudaron en colaborar activamente en la actividad.
Pero en nuestra ciudad no se podía comprar así como así… ¡Antes había que trabajar un poquito! Para poder ganar dinero, el alumnado tenía que acudir a la zona de trabajo, donde les esperaban diferentes retos matemáticos adaptados a su nivel: sumas y restas con llevadas. Cada operación correctamente resuelta les permitía ganar una cierta cantidad de dinero, que luego podían gastar en nuestras tiendas.
La emoción era total: corrían de la zona de trabajo a las tiendas, pensando bien cuánto dinero tenían, qué podían comprar, haciendo sus cuentas… ¡y todo con una sonrisa en la cara! Aprendieron a manejar el dinero, a organizarse, a tomar decisiones y, lo más bonito, a ver que el esfuerzo tiene recompensa.
Las familias que pudieron acompañarnos disfrutaron muchísimo viendo a sus hijos e hijas desenvolverse con tanta soltura, responsabilidad y alegría. La conexión entre casa y escuela en este tipo de actividades es maravillosa, y ver que los niños y niñas entienden que estamos todos en el mismo equipo –familia y colegio– es algo que no tiene precio.
Aquí debajo os dejamos algunas fotos que reflejan toda la magia de esta experiencia.







6. ¡Y aún queda una sorpresa final!
Todavía nos queda una última actividad para cerrar este precioso proyecto. En cuanto tengamos los medios técnicos y encontremos el momento adecuado, pondremos el broche de oro a esta aventura en la que, sin duda, hemos aprendido muchísimo… no solo sobre dinero, sino sobre vida, esfuerzo, colaboración y alegría.